Tras haber quedado a las puertas del curso "Os pans do camiño",
este tiempo de confinamiento era el momento adecuado para
atreverme con una receta de pan sencilla, pero a la vez,
de resultados notables.
A decir verdad, la prueba de calidad la pasó con nota
al empaparse en la yema de un huevo frito.
Ingredientes
500 gr de harina de fuerza
350 ml de agua tibia
15 gr de levadura fresca
10 gr de sal
15 gr de azúcar
3 cucharadas soperas de oliva
Elaboración
En un cuenco desmigamos la levadura con el azúcar.
Después la disolvemos con un poco de agua.
En un bowl añadimos el agua tibia, el aceite y la mezcla anterior.
Removemos bien e incorporamos 5 cucharadas de harina.
Debe quedar una pasta líquida sin grumos.
La reservamos tapada con un paño unos 20-25 minutos.
Pasado ese tiempo, incorporamos el resto de la harina y la sal.
La idea es formar una bola homogénea amasando unos minutos.
Con esa masa hacemos otra bola, que taparemos con un paño
y la volvemos a reservar otros 30 minutos.
Pintamos la bandeja del horno con un poco de aceite.
Amasamos ligeramente la bola (para quitarle el aire y darle forma)
y la incorporamos con un par de cortes de cuchillo a la bandeja.
Para darle un aire rústico, podemos espolvorearlaq con un poco de harina.
Finalmente, taparemos nuestra masa con un bowl o bandeja de pirex.
El objetivo es preserva la humedad según indican los entendicdos.
Con el horno frío metemos la masa a 200ª unos 40 minutos.
Pasada media hora, yo quité el pirex para que se dorase la corteza.
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