Después de un día plagado de pequeñas fatalidades,
llegan esas casualidades de la vida me llevan a visitar la oficina de un
compañero de estudios, en la que una de sus socias, Elena, había
horneado estos Cinnamon Rolls antes de irse a Londres a escuchar un
concierto de la Filarmónica. Moraleja: Los días quE truena, cobíjate en
experiencias vitales y pequeños placeres cotidianos.
Para la masa:
700 gr. de harina de fuerza
50 gr. de levadura fresca de panadero
300 ml. de leche
100 gr. de mantequilla
150 gr. de azúcar
1 huevo
1 cucharadita de semillas de cardamomo machacadas
1/2 cucharadita de sal
Para el relleno:
100 gr de azúcar moreno
75 gr. de mantequilla en pomada
4 cucharaditas de canela en polvo
60 gr. de nueces peladas
50 gr de pasas
Para el glaseado:
100gr de azúcar glass
1 cucharadita de azúcar avainillado
4 cucharadas de leche
PREPARACIÓN:
En
un bowl desmenuzamos la levadura. En un cazo derretimos a fuego lento
la mantequilla. Cuando está derretida mezclamos la leche y la calentamos
hasta alcanzar los 37 grados aproximadamente. Es importante no pasarnos
con la temperatura porque si no matamos la levadura.
Añadimos esta
mezcla al bowl con la levadura y removemos hasta que esté totalemente
disuelta. Añadimos el azúcar, el huevo, el cardamomo y la sal. Removemos
hasta que este todo integrado. Incorporamos la harina tamizada poco a
poco y vamos amasando hasta obtener una masa. Ponemos la masa en un bowl
enharinado tapada con un paño y la dejamos en un lugar templado hasta
que doble su volumen (una hora aproximadamente).
Mientras
preparamos el relleno, la mantequilla tiene que estar en pomada es decir
en un punto en que si apretamos con el dedo pierde su forma. Mezclamos
el azúcar con las nueces picadas en trozos pequeños y con las pasas.
Preparamos la fuente donde los vayamos a hornear engrasándola con
mantequilla.
Sacamos la masa del bowl, la dividimos en dos y en
una superficie enharinada estiramos con el rodillo una de las partes
hasta obtener un rectángulo de 1,5 cm de grosor. Lo untamos con la mitad
de la mantequilla espolvoreamos con la mitad de la canela y la mitad
del relleno. Enrollamos en el sentido más largo apretando todo lo que
podamos hasta obtener un rollo largo que cortaremos en rodajas de 2 cm
de grosor aproximadamente. Hacemos lo mismo con la otra mitad.
Precalentamos el horno a 180 cº.
Colocamos los rollitos un poco
separados en la fuente engrasada y los dejamos reposar otra media hora
hasta que doblen su volumen.
Horneamos los rollitos durante 20
minutos o hasta que estén dorados. Preparamos el glaseado mezclando
todos los ingredientes y se lo vertemos por encima una vez fríos.
Particularmente me gusta ponerle el glaseado con más leche y cuando aún
no están fríos de todo, así que en lugar de quedar una costra lo
absorven un poco y creo que quedan más jugosos.