Ingredientes
3 huevos
100 gr. de azúcar
1/2 sobre de levadura
1/2 cucharada de esencia de vainilla
La ralladura de un limón
75 gr. de harina
500 gr. de fresas
1/2 L de nata
2 vasos de agua
1 vaso de azúcar
En primer lugar montamos la nata. Algo más de la mitad la uitilizaremos para el relleno (nata y trozos muy pequeños de fresa). El resto para igualar el exterior y si nos apetece, hacer alguna filigrana con la manga.
Para hacer el bizcocho empezamos batiendo pacientemente las yemas con el azúcar hasta que la crema adopte un color blanquecino y espeso. Después añadimos la vainilla y la ralladura de limón. A continuación la harina y la levadura. Finalmente las claras a punto de nieve.
Llegados a este paso, podemos tomar dos vías...
Opción 1. Verter toda la mezcla en un molde previamente barnizado con mantequilla y espolvoreado con harina, unos 20-25 minutos al horno a 180º. Al enfriar cortamos el bizcocho en rodajas transversales.
Opción 2. Dividir la mezcla en 4-6 cuencos, para hacer 4-6 bizcochos finos. En esta opción usaremos el mismo molde previamente barnizado con mantequilla y espolvoreado con harina, unos 10-15 minutos al horno a 180º.
Para que nos salga en versión arcoiris, lo que haremos será tintar las 4-6 masas, cada una de un color diferente y por supuesto, hornearlas por separado. Para ello existen unos geles comestibles que producen este efecto.
Tras optar por cualquiera de las 2 opciones, pondremos la primera capa de bizcocho que empaparemos con el almíbar (en un cazo calentamos los dos vasos de agua y el de azúcar hasta que el agua se reduzca a la mitad). Seguidamente cubrimos el bizcocho con el relleno de nata y nueces. Así capa tras capa hasta conseguir montar el cuerpo de la tarta. Después, con la ayuda de una espátula y con la nata que reservamos para decorar, igualaremos toda la superficie y laterales. Con unas fresas laminadas y bastante creatividad, decoraremos la parte superior. También podemos testar nuestro pulso haciendo alguna filigrana con la ayuda de una manga pastelera llena de nata.