Que conste que cuando me la ofreció Néstor y me dijo que era de membrillo, mi primera reacción fue dubitativa. Pero al ver que mis compañeros de equipo se la comían sin respirar... entre sorbo y sorbo de café, accedí a la prueba. Para el que todavía no se decida tres apuntes: interesante textura, con un deje a limón y sin predominar el sabor dulzón del membrillo. Ideal para una tarde otoñal o para un desayuno dominical.
Ingredientes para la masa
250 gr de harina
100 gr de mantequilla pomada
1 sobre de levadura
1 huevo
100 gr de azúcar
Ralladura de limón
Se mezcla todo con la ayuda de unas varillas y
se mete en un film media hora en la nevera.
La masa resultante es un poco pegajosa,
ha de estar bien fría para trabajarla luego.
(En thermomix, sobre un minuto a velocidad 6)
Untamos un molde no muy alto con mantequilla.
y lo espolvoreamos de harina.
Con 2/3 partes de la masa la estiramos y hacemos la base.
Los laterales no han de subir más de un par de dedos.
Con el resto de la masa hacemos tiras para adornar.
Ingredientes para el relleno
5oo gr de dulce de membrillo
4 cucharadas soperas de agua
El relleno yo lo hago con la thermomix cortando el membrillo en dados.
(6 minutos, velocidad 4, a 90º).
A Néstor se lo he visto hacer en el micro.
Elaboración
Vertemos el relleno en el molde ya forrado con 2/3 partes de la masa.
Después lo decoramos con tiras de la masa restante.
Y al horno no más de 30 minutos a 180º
Para que luzca más...
yo lo he pintado con clara de huevo antes.