De mi reciente paseo por las tierras en las que todavía reina Al-Hasan ibn Muhammad II, me he traído esta receta. Los Marroquíes la hacen en un "Tagine" (una tartera de barro con tapa cónica) pero se puede hacer igualmente en una tartera de las que tenemos en casa.
Para ponernos manos a la obra, necesitaríamos…
Ingredientes
Un par de cuartos traseros de Pollo (troceados y sin piel)
250 ml de aceite de oliva, 125 de agua y otros 125 de zumo de limón
1 cebolla mediana
3 ajos picados
1 cucharada de sal, otra de jengibre y una tercera de comino.
½ cucharada de pimienta
1 sobre de colorante alimentario
Azafrán
Un puñado de aceitunas
Perejil
Elaboración
En un bowl mezclamos el aceite de oliva, el zumo de limón, los ajos, la sal, el jengibre, el comino, la pimienta, el azafrán y el colorante alimentario… finalmente el agua. Restregamos el pollo con esta mezcla y lo dejamos marinar al menos una hora (yo prefiero dejarlo toda una noche). Esta mezcla de especias, es lo que hace que el pollo se impregne de tantos aromas.
En una tartera sofreímos la cebolla rallada a fuego medio hasta que ésta pochee. Seguidamente incorporamos el pollo y las aceitunas. Después lo cubrimos todo con un poco de caldo. En caso de querer potenciar el sabor del limón un poco más, podemos exprimir un limón en el guiso antes de taparlo (recomendable). Tapamos la tartera y lo cocinamos unos 40 minutos a fuego medio.
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