Comiéndose una bandeja de Baklavas, si no subes y bajas el Everest al menos en siete ocasiones, corres el riesgo de morir por hiperglucemia. Eso sí, la muerte sería la mar de dulce...
(Yo hice mi propia versión partiendo de la receta de recetasderechupete.com)
(Yo hice mi propia versión partiendo de la receta de recetasderechupete.com)
Ingredientes
Pasta filo
100 g de pistachos
250 g de nueces
150 g de almendras
50 g de piñones
80 g de mantequilla
Ralladura de limón
1 rama de canela
2 vasos de agua
2 clavos
10 cucharadas de azúcar
miel
Elaboración
Picamos todos los frutos secos y los mezclamos.
Derretimos la mantequilla en el micro hasta que quede líquida.
Engrasamos un recipiente ayudados con pincel.
Una vez engrasado empezamos a colocar las hojas de pasta, untándolas con mantequilla una a una. Colocamos 2 hojas juntas como base y rellenamos con una capa de frutos secos y finos hilos de miel. Seguimos colocando capas de pasta filo, capas de relleno hasta que tan solo nos queden 2 láminas que serán la cubierta del pastel. La última capa también la pincelamos con mantequilla. Presionamos bien para que quede compacto y acto seguido enfriamos en la nevera durante 30 minutos.
Horneamos con calor arriba y abajo durante 30 minutos.
Para el almíbar calentamos en un cazo el agua.
Cuando hierva añadimos la ralladura de limón, canela, los clavos de olor y 10-12 cucharadas de azúcar y una rama de canela. Removemos con una cuchara de madera durante 15 minutos y cuando esté listo dejamos enfriar.
Sacamos los baklavas del horno y los dejamos templar.
Con la ayuda de un cuchillo lo cortamos en unidades más pequeñas.
Finalmente lo bañamos todo con el almíbar.
Dejamos reposar un par de horas y ya estaría listo.